Hay amores que duran para siempre. Otros que acaban sin darnos
cuenta. Pero hay veces que el primer amor deja una huella dolorosa. Los
adolescentes pueden sufrir una verdadera depresión y sufrirán intensamente,
entre otras cosas, debido a que no disponen de los recursos para defenderse.
Esto los vuelve más vulnerables poniéndolos en situaciones trágicas. En este
punto, es importante nuestro papel de padres y madres, debemos ser prudentes,
no podemos hacer nada para alejar este sentimiento de dolor, es un proceso
natural y por suerte “pasajero”, aceptemos sus confidencias –si las hay- ser
afectuosos, que sepan que estamos ahí y que pueden contar con nosotros.
Lic.
Edgardo Segil Manco
Servicios
Diferenciados de Salud de Jóvenes
INPPARES
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