es importante evitar el desarrollo desmedido de la próstata, que comienza a crecer lentamente en la adolescencia, permaneciendo su tamaño relativamente estable entre los 20 y 40 años. A partir de esta edad, su crecimiento es significativo y afecta a casi el 50% de los hombres mayores de 50 años y al 80% de los que superan los 70 años.
La próstata es una glándula que se encuentra debajo de la vijiga urinaria del hombre, rodeando por completo a la uretra, que es el conducto por donde sale la orina y el semen. Produce el líquido prostático que ayuda a los espermatozoides a moverse para alcanzar la fecuandación.
No se debe esperar a tener síntomas urinarios para realizarse anualmente una evaluación prostática, ya que cualquiera de las enfermedades que afectan a la próstata puede producir molestias similares, tanto la prostatitis (inflamación e infección prostátitca), como la hiperplásia benigna de próstata (crecimiento paulatina benigno de la próstata), como el cáncer de próstata. Las dos primeras benignas, muy sintomáticas, mientras que la tercera es una causa común de muerte en el hombre y ocupa el segundo lugar lugar en el mundo.
El crecimiento prostático paulatino, produce disminución del calibre de la uretra posterior, dificultando la salida de la orina y ocasionando síntomas como el levantarse varias veces por la noche para orinar, chorro urinario adelgazado, entrecortado. Además, esfuerzo y espera para empezar a orinar, goteo al terminar de miccionar, ardor e incapacidad de aguantar la orina. Asimismo, sensación de vaciamiento incompleto de la vejiga, ocasionalmente sangrado al orinar o retención total de la orina, entre otros.