La educación sexual en los niños con síndrome de down, comienza con la
familia desde que nace, por eso es necesario que las actitudes, costumbres y
hábitos referentes a la sexualidad que la familia proyecte, sean las más
positivas y adecuadas para el o ella.
- La madre debe ofrecerle al niño, vivir su sexualidad desde el afecto, el contacto físico y la lactancia materna, ofreciéndole experiencias satisfactorias de confianza y seguridad.
- Debe existir armonía en la pareja para afrontar los problemas emocionales y sociales que ocasiona sacar adelante al joven y asumir la tarea de ser los principales educadores de sus hijos.
- Propiciar que asista a reuniones familiares y sociales, paseos, salir a sitios públicos y prepararlo dentro de sus limitaciones.
- Los padres deben estar atentos y preparados a los cambios sexuales que van a experimentar sus hijos (masturbación, menstruación, eyaculación nocturna, etc.) a fin que puedan asumir una conducta adecuada frente a su sexualidad.
- Darle al niño o niña, estímulos diferentes que lo lleven a utilizar su tiempo libre como la incorporación en actividades lúdicas y deportivas para canalizar sus impulsos sexuales.
- Hacer lo más normal posible la vida de personas con Síndrome de Down.
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Evitar actitudes
sobreprotectoras que provocan dependencias y dificultan autonomía.
Servicio de Psicología – INPPARES