Dentro de la gama de métodos anticonceptivos hormonales a disposición de las mujeres están sin duda los implantes subdérmicos de progestágeno puro, tubillo o tubillos flexibles de etilenvinilacetato o silástic con contenido hormonal que aplicados debajo de la piel de la cara interna del brazo dan una protección anticonceptiva entre tres y cinco años dependiendo del producto que se trate.
Los implantes tienen la ventaja de no moverse ni desplazarse ni expulsarse una vez insertados, garantizándose así la protección anticonceptiva. Sus efectos secundarios son escasos y en la práctica son pocas las mujeres que solicitan su retiro a causa de padecerlos, entre ellos: sangrado anormal, náusea, dolor de cabeza y aumento de peso por incremento de apetito.
Dr. Carlos Alvarado Ñato
Gineco- obstetra
Clínica Central de INPPARES
informes@inppares.org
www.inppares.org
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