Los riñones filtran de la sangre durante las 24 horas del día, los productos de desecho, el exceso de agua, equilibran el potasio y sodio, eliminan el exceso de ácido y produce hormonas que promueven la producción de glóbulos rojos.
En la insuficiencia renal (IR), se pierden estas funciones, en esta condición los riñones no pueden eliminar los tóxicos del organismo. Según la forma de aparición y de recuperación, se clasifica en: insuficiencia renal Aguda; cuando la función renal disminuye rápido siendo reversible en la mayoría de los casos, generalmente es consecuencia de una agresión tóxica y aunque puede presentarse a cualquier edad, regularmente las personas de la tercera edad son las más propensas, e insuficiencia renal Crónica; si la disminución de la función renal es gradual, hasta llegar a la insuficiencia Renal Crónica Terminal.
La Insuficiencia Renal Crónica es la disminución gradual e irreversible de la función de los riñones, es decir, los riñones poco a poco van perdiendo la capacidad de eliminar los residuos tóxicos. Puede afectar a cualquier persona inclusive sin sufrir ningún síntoma, el paciente puede sentirse sano, aunque sólo funcione el 20% de su capacidad renal. Sus principales causas son: diabetes mellitus, hipertensión arterial, lupus eritematoso sistémico, obstrucción u oclusión progresiva del tracto urinario por cálculos, por crecimiento de la próstata en los varones entre otras, quistes renales, infecciones recurrentes del tracto urinario, nefropatías, etc.
Los primeros síntomas pueden ser: cansancio, debilidad, pérdida del apetito, dolor de cabeza, insomnio, piel seca, malestar general, palidez en la piel, mal aliento, sabor metálico en la boca, no hay producción de orina o puede suceder todo lo contrario, es decir, orina abundante, etc.
Para el diagnóstico preciso, es necesario realizar un examen médico completo, exámenes de sangre y orina para evaluar la función del riñón y determinar la cantidad de productos tóxicos que normalmente son eliminados por los riñones, rayos X para evaluar la existencia de cálculos urinarios y obstrucción de la vía urinaria, ultrasonografía renal que determina el tamaño y la forma del riñón. Además puede detectar masas, cálculos, quistes y otras obstrucciones o anormalidades, la gammagrafía renal y el radiorrenograma que evalúan la imagen funcional de ambos riñones y biopsia renal con la que se extraen muestras de tejido para determinar si existen células cancerosas o anormales.
El tratamiento dependerá de las características del paciente, de acuerdo a su edad, del estado general de salud e historia clínica, grado de la enfermedad, la causa y la tolerancia a determinados medicamentos o procedimientos. En la mayoría de los casos es necesario aplicar un tratamiento que sustituya la función renal, como la diálisis y el trasplante renal que lo hacen de forma parcial y total, respectivamente.
La mejor forma de tratar este tipo de padecimientos y evitar complicaciones graves, es a través de la detección temprana, por lo que es necesario que acuda con su médico periódicamente para descartar la existencia de esta enfermedad.
Dra. Nancy López Illescas - Médico Urólogo
Clínica Central del INPPARES
Central de Citas: 261- 7900 640- 2130
informes@inppares.org
El tratamiento dependerá de las características del paciente, de acuerdo a su edad, del estado general de salud e historia clínica, grado de la enfermedad, la causa y la tolerancia a determinados medicamentos o procedimientos. En la mayoría de los casos es necesario aplicar un tratamiento que sustituya la función renal, como la diálisis y el trasplante renal que lo hacen de forma parcial y total, respectivamente.
La mejor forma de tratar este tipo de padecimientos y evitar complicaciones graves, es a través de la detección temprana, por lo que es necesario que acuda con su médico periódicamente para descartar la existencia de esta enfermedad.
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